lunes, 9 de marzo de 2009

Artículo de Marta García sobre David Rubín. El Ideal Gallego. A Coruña


David Rubín escogió un tamaño más grande, por eso de jugar con varias páginas a la vez. Y la historia formada por mil historias partió de una ciudad que tildó como “espanto” para construir a los personajes a modo de “caderno de tormentas”. Cerca de 60 originales se podrán ver desde el viernes en la galería Pardo Bazán, como una manera de llegar al proceso creativo de la que, según el autor, fue su novela gráfica más difícil. “Necesitaba algo diferente” y las musas le soplaron al oído unas cuantas ideas nuevas, distintas a lo hecho hasta el momento.
La galería Pardo Bazán despliega un cómic, con una metáfora encerrada en varias y una ciudad espanto como argamasa de la historia. David Rubín se cuelga de las paredes con “Caderno de tormentas”. Son cerca de sesenta láminas de gran tamaño, porque al contrario de cómo suele trabajar, el dibujante eligió para su nueva novela gráfica un soporte de grandes dimensiones, “jugaba mucho con la composición de páginas a nivel narrativo y las hacía a pares”.
Entonces Rubín se propuso avanzar, lo hizo bailando entre un cuento ilustrado y una página de tebeo, sin dejar de ser uno y otro, pero con el mismo sentido de lectura que exige el segundo, “aunque haya páginas sin viñetas, seguirá siendo un cómic”.
Así que el protagonista se convierte en narrador de lo ocurrido, que propone un viaje por el proceso creativo, aludiendo a la dependencia de las musas para encontrar la inspiración. Al mismo tiempo, el libro se ambienta en un escenario inhóspito de personajes peculiares con los que el autor se recrea para enviar mensajes y repartir las claves que le dan sentido a la acción.
La galería recoge así los originales de la historia como testimonio de por dónde se mueve Rubín, de una novela que nada tiene que ver con la anterior, “La Tetería del Oso Malayo”, por tratarse de una atmósfera diferente, “la más difícil hasta ahora”, asegura el autor.
Las láminas no siguen un orden narrativo, pero sí son válidas para conocer los trucos del dibujante, su forma de trazar los parámetros de la acción, “porque siempre he creído que es mejor arriesgarse saltando sin red y avanzar casillas como creador que quedarse estancado en fórmulas que ya has comprobado que funcionan”.
Rubín reconoce que buscaba algo distinto, “para no dormirme”, explorando nuevos terrenos dentro del medio y su propio talento, con sus limitaciones. Una vez culminado el baile por el abismo de lo gráfico, el autor dice sentirse mucho más fuerte y preparado para contar cualquier otro tipo de historias, “para retomar proyectos o afrontar otros nuevos igual o más arriesgados”.
Porque ante la falta de ideas, un demonio propone una visita por un territorio habitado por figuras dantescas y almas en pena, que es, en definitiva, un criadero de guiones geniales. El protagonista irá desbrozando los parajes a modo de cuaderno de notas, en un descenso a los infiernos donde los ríos están llenos de despojos humanos y parias solitarios. Con la dosis de toque gótico necesaria.
Proyectos > David Rubín no descansa y prepara la adaptación al cómic de la leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer titulada “El monte de las ánimas”, que compagina con la fase de producción del nuevo largometraje de Dygra Films, que se llamará “Holy Night!”, y que esperan, se estrenará en las próximas navidades.
Rubín codirige la película con Juan Galiñanes, una apuesta de la productora por ser realizada virtualmente y preparada para ser proyectada en los cines a través del sistema Digital 3D esteroscópico.

Marta García. El Ideal Gallego. A Coruña

1 comentario:

  1. Que buena idea crear un blog!!!
    Sirve como recordatorio de exposiciones pasadas y anunciador de exhibiciones futuras.
    Iria

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